jueves, 1 de febrero de 2018

Si los padres no castigamos, ¿qué hacemos?

Si los padres no castigamos, ¿qué hacemos?

Ante conductas "retadoras", como tirar o romper cosas, el psicólogo Alberto Soler recomienda transmitir cuáles son las consecuencias: "Lo que se tira se recoge y lo que se rompe se arregla o se repone" 
Todos los expertos consultados afirman que nunca se debe ignorar o abandonar a un niño ante una pataleta ni hacerle sentir rechazado o castigarle

Más allá de las acciones concretas que llevemos a cabo como educadores, el tono y el lenguaje desde el que lo hacemos no son algo anecdótico ni superfluo. Mantener la calma y el cariño incluso cuando estamos sancionando una conducta es fundamental. Se trata de mantener activos el respeto y la amabilidad en la medida de lo posible, de no perder la calma y entender, como dice García, "que como mejor aprenden los niños es con el ejemplo y que no podemos exigir algo que no somos capaces de hacer".
En este sentido, todos coinciden, por ejemplo, en que las conductas violentas no deben ser ignoradas y en la importancia de transmitir que la violencia nunca puede ser una respuesta válida; pero, para que el mensaje llegue, es fundamental no caer en actitudes violentas como apartar a nuestro hijo de un manotazo si pega a otro niño o gritarle... En opinión de García "a veces se nos olvida ser amables con nuestros hijos" y otras, que sus rabietas o sus respuestas no son algo personal sino "el reflejo de una necesidad por resolver".
Sea como sea, si no encontramos la respuesta, siempre podemos volver a la pregunta inicial. Es precisamente lo que muchas veces en las escuelas de padres se propone plantear a los más pequeños ante una conducta inadecuada: ¿De cuántas otras formas crees que puedes hacerlo? Se trata de conseguir que sea el niño el que, a través de sus propios razonamiento y el acompañamiento y refuerzo de los padres o educadores, genere alternativas positivas que sustituyan a la conducta a evitar. "El problema muchas veces es que nos centramos en una conducta concreta o en que el niño haga lo que queremos y nos olvidamos de generar alternativas desde su punto de vista", que es lo que realmente sería efectivo y valioso a largo plazo, concluye De la Hoz.